jueves, 4 de agosto de 2016

Todo lo que tienes que saber sobre la DMAE, la enfermedad escondida.

Todos hemos oído hablar de la DMAE en alguna ocasión. En algunos casos sabemos que es una enfermedad que deteriora la vista de las personas mayores, en otros, tenemos algún detalle más profundo sobre su afectación.
Pero lo que muchas personas desconocen es que la degeneración macular asociada a la edad supone una de las principales causas de pérdida de visión en los países desarrollados en personas mayores de 65 años, dato que refleja su auténtica importancia en la sociedad actual.
Existen distintos organismos e iniciativas que trabajan por extender el conocimiento sobre esta enfermedad con un único objetivo: el de facilitar los cuidados de las personas que las padecen, tratar de concienciar a sus seres queridos más cercanos y mejorar su calidad de vida.

Infografía paso a paso sobre la DMAE en español

La web Salud y Retina es uno de estos espacios destinados a pacientes con patologías de la retina, sus familiares y amigos y a toda esa gente, en general, interesada en la salud de la vista.
Gracias a ella por fin tenemos información de calidad sobre la DMAE y nos proporcionan esta fantástica infografía.
Una de las preocupaciones más importantes relacionadas con las primeras fases de la DMAE es reconocer sus síntomas de forma adecuada.

¿Cómo saber si padecemos DMAE?

Existe un factor muy relevante en este sentido: la visión se vuelve borrosa y las líneas rectas se perciben onduladas o torcidas. Esta situación va degenerando y progresivamente se va creando una mancha negra en el centro de la visión que impide ver con claridad. Éste es el síntoma más claro de la enfermedad.

Diagnóstico precoz de la DMAE

Es esencial diagnosticar cuanto antes la enfermedad, sobre todo en los casos en los que se trate de la forma más grave de la misma, la DMAE exudativa, ya que en muy poco tiempo puede ocasionar un deterioro visual permanente si no se trata. La DMAE seca es más frecuente pero menos grave, ya que las células de la mácula más sensibles a la luz se van deteriorando muy lentamente.
Una dificultad añadida en el momento de que un paciente se percate de que tiene la enfermedad es que primero aparece en un ojo y tiempo después en el otro. Por ello, a no ser que la persona haga la prueba de taparse el ojo sano y dirija su vista a líneas rectas como pueden ser una pared, una puerta… será difícil diagnosticar la DMAE. Es un pequeño truco que recomiendan los oftalmólogos.

La enfermedad escondida

En este contexto, es muy normal que existan enfermos de DMAE no diagnosticados. Las cifras hablan por sí solas: existen unas 300.000 personas con esta enfermedad sólo en España, aunque solo se tenga conocimiento de 130.000 que están diagnosticadas.
Y en España cada año se registran 15.000 nuevos casos de DMAE. Además, los datos revelan que en el año 2050 seremos unos 8.900 millones de personas el mundo con una esperanza media de vida de 74,3 años, y unos datos absolutos de unos 46,9 millones de enfermos de DMAE1.
Está en nuestras manos y en nuestra atención temprana el percatarnos cuanto antes de los posibles pacientes, con el objetivo de tratar la enfermedad lo antes posible y mitigar sus consecuencias. Pero, ¿en qué sectores es necesario focalizar nuestra atención?
Como en todas las enfermedades, existen unos factores de riesgo que nos permiten esbozar un perfil particular que tiene una tendencia mayor a desarrollar la DMAE exudativa. Las características más relevantes son las siguientes:
  • Afecta en mayor medida a personas mayores de 65 años, pero su aparición aumenta de manera exponencial a partir de los 70 años.
  • La genética es un factor indispensable en el desarrollo de la enfermedad. Es importante la revisión personalizada en familiares cercanos a pacientes de DMAE.
  • Algunos malos hábitos como el tabaquismo, el consumo de grasas artificiales o comida rápida y la obesidad potencian su aparición.
  • La DMAE es más frecuente en mujeres y en personas de raza blanca.
  • La exposición a algunos tipos de luz ultravioleta favorece el desarrollo de la enfermedad.


 

Derrames Oculares. ¿Qué Debes Hacer? Yo Te Lo Explico

No afecta la visión y generalmente no causa dolor. Usualmente, no hay síntomas ni molestias, aparte de la poco estética mancha roja. Puede suceder sin lesión y, con frecuencia, la persona lo nota primero cuando se despierta y se mira en un espejo y vé que  esa zona normalmente blanca del ojo está de un color rojo brillante que irá oscureciéndose y disminuyendo a medida que pasen los días y se vaya reabsorbiendo.
Las hemorragias subconjuntivales también llamadas hiposfagma pueden ser causadas por aumentos súbitos de la presión, como los ocasionados por un estornudo o por una tos violenta. La hemorragia también puede presentarse en personas con hipertensión, que toman anticoagulantes o con diabetes.
Quién más quien menos, a lo largo de su vida, es más que probable que sufra hemorragias o derrames en los ojos, se trata de un pequeño incidente que sucede cuando se rompe algún pequeño vaso sanguíneo y un poco de sangre se acumula en la conjuntiva del ojo.
Es frecuente también la aparición de derrames oculares tras recibir un golpe o un puñetazo en el ojo y como verás en los comentarios hay bastantes más personas de las que uno se imagina a las que le sucede.
La alarma incial que crea el despertarse y verse en el espejo el ojo con sangre genera miedo y preocupación perfectamente entendibles y es por eso que debes de saber que la inmensa mayoría de las veces la aparición de derrames en los ojos no suelen ser  problemas importantes

Causas de un derrame ocular o derrame en los ojos

Existen muchas posibles causas que pueden causar la aparición de un derrame en el ojo y a continuación voy a enumerar las más frecuentes:
Igual que cuando nos damos un golpe en cualquier otra parte de nuestro cuerpo se produce un hematoma o “cardenal”, que no es otra cosa que una acumulación de sangre por la rotura de un vaso sanguíneo, pues aquí es más visible porque el tejido es transparente.
Enfermedades reumatológicas también pueden manifestarse a través de la aparición de derrames en el ojo.
Las causas de esta rotura pueden ser muy diversas, desde una simple tos a un fuerte traumatismo, pasando por cualquier tipo de movimiento brusco como agacharse de golpe, levantar objetos pesados, vomitar, estornudar, practicar puenting, o una subida de la presión sanguínea (tensión arterial).
Enfermedades como la diabetes y otras que produzcan alteraciones de la coagulación pueden provocar derrames.
Se deben de tener presentes los efectos secundarios provocados por algunos medicamentos que pueden influir sobre la tensión arterial y la coagulación de la sangre.
En caso de duda, o si vemos que nos ocurre con cierta frecuencia es conveniente acudir al médico para que nos examine y nos haga las pruebas pertinentes.
Si el derrame ocular se debe a un traumatismo sería conveniente realizar un examen médico para comprobar que el globo ocular no ha sufrido otro tipo de lesiones.

Tratamiento de un derrame ocular

  • No requieren tratamiento y lo único que se necesita es dejar pasar el tiempo; generalmente entre 3 días y una semana es el tiempo que se necesita para que  la sangre acumulada se vaya diluyendo.
  • En algunos episodios de derrames de gran intensidad puede ser interesante el uso de lágrimas artificiales con el único motivo de aliviar la sensación de roce del párpado contra la zona afectada que está como hinchada.

Resumen derrames oculares

  • Se trata de una patología muy frecuente y casi siempre inofensiva.
  • Las hemorragias subconjuntivales también llamadas hiposfagma pueden ser causadas por aumentos súbitos de la presión, como puede ser el caso de un estornudo o de una tos violenta. La hemorragia también puede presentarse en personas con hipertensión, que toman anticoagulantes o con diabetes.
  • En casos recurrentes es necesario acudir al médico para medir la tensión arterial y proceder a realizar analíticas específicas que descarten una patología sistémica.
  • En el 90 % de los casos, no se necesita ningún tratamiento, pero la persona debe hacerse revisar la presión arterial de manera regular, ya que la hemorragia subconjuntival generalmente desaparece de manera espontánea en alrededor de una semana.


 

4 Consejos Para Elegir Los Mejores Cristales Para Tus Gafas

Si usas gafas graduadas es muy posible que te sientas perdido cada vez que llega el momento de cambiar la graduación o de comprar unas nuevas.
Lo primero que quiero decirte es que es  completamente normal que te sientas así ya que la publicidad actual en el sector óptico es muy confusa (por ser suaves).
En nuestra óptica de confianza nos van a asesorar sobre el tipo de lente que nos irá mejor según el tipo de graduación que tenemos. Elegir una buena óptica con buenos profesionales es la clave para no meter la pata, pero yo quiero que tengas también un mínimo de información práctica que te resultará de ayuda en este proceso y te aportará seguridad en tus decisiones.

¿Cómo elegir los mejores cristales para tus gafas graduadas?

Pero para que puedas ir con la lección aprendida antes de ir a cambiarlas, hoy vamos a hablar de los diferentes tipos de lentes oftálmicas que existen y te voy a dar 7 consejos prácticos para saber elegir las más adecuadas para tus gafas y tu graduación. Evitarás errores y disgustos.

#1 ¿Es mejor comprar lentes orgánicas o minerales?

Lo primero que te van a preguntar es que si quieres que la lente sea de material orgánico o de material mineral.
✔ Los cristales o lentes minerales son muy frágiles.
  • Es el tipo de lente que mucha gente conoce como “lentes de auténtico cristal” porque si se cae se rompe. También tiene otro problema, que pesa más que el material orgánico. La ventaja que tiene es que se raya menos que el orgánico.
  • Pero aún así, cada vez está más en desuso porque da peores resultados que el orgánico.
  • Además, el peligro que supone que estas lentes se rompan cerca de los ojos debido a cualquier golpe, ha hecho que este tipo de material para lentes oftálmicas esté prohibido actualmente en muchos países.
✔ Los cristales o lentes orgánicos son mucho más resistentes.
  • Es el tipo de lente que la gente conoce como “lentes de plástico”.
  • Es bastante más ligero que el material mineral, pero se raya más.
  • Es el material que más se pone en la actualidad.

#2 ¿Qué es el tratamiento de endurecido y el antirreflejante?¿Merecen la pena?

Tratamiento de endurecido

El endurecido de la lente es un tratamiento que se le da a las lentes para que se rayen menos. Esto no quiere decir que la lente sea inmortal, si la tiras al suelo y la pisas lo más probable es que acabe con unos cuantos rayazos, pero con este tratamiento conseguimos que aguanten más tiempo intactas.
Si nos hacemos unas lentes sin endurecido y luego nos arrepentimos no es posible ponerlo después, ya que este tratamiento solo es posible añadirlo en el momento de la fabricación de la lente.

Tratamiento antirreflejante 

El antirreflejante es un tratamiento que sirve para dar mayor calidad de visión eliminando los reflejos. Si no ponemos antirreflejante, sería como por ejemplo, ver a través del cristal de un vaso, lleno de reflejos. Además también hace que desde fuera se nos vea mejor estéticamente ya que al eliminar los reflejos se nos ven los ojos mejor.
La forma de saber si tus gafas llevan antirreflejante sería comprobar los reflejos que produce la lente. Si los reflejos son blancos, no lleva antirreflejante. Pero si los reflejos son de color, generalmente morado o verde, la lente si que lleva antirreflejante.
Este tratamiento se recomienda para todo tipo de graduaciones. Alguna vez me han preguntado si siendo una gafa que solo se usa para leer hacen falta. La respuesta es un rotundo sí, porque si tenemos reflejos molestos en nuestra lectura, se nos cansará mucho más la vista.
Recientemente ha salido un nuevo tratamiento mejorado que sirve para proteger de la luz azul. Esta luz es la que nos llega de pantallas de ordenador, tablets, móviles y demás aparatos electrónicos siendo muy perjudicial para nuestros ojos. Este tipo de tratamiento hace que las lentes se vean con un reflejo azulado y tienen además, una tonalidad residual amarillenta. No te asustes de esa tonaliad cuando te entreguen tus gafas nuevas, ya que es normal.

#3 ¿Me interesa comprar lentes fotocromáticas o de cambio de color?¿Qué son y cómo funcionan?

El tratamiento fotocromático consigue que las lentes se oscurezcan con el sol(lo activan los rayos ultravioletas). Gracias a los nuevas mejoras en este tratamiento, se ha conseguido que el cambio de transparente a oscuro sea prácticamente al instante y que la lente sea en general bastante más estética. Con unas lentes fotocromáticas conseguimos entonces tener dos gafas en una, la de sol y la graduada.
Cuando pasas de exteriores a interiores es más lento en reaccionar y pueden pasar hasta 3 minutos para que desaparezca todo el color que tenía en el exterior.
☛ Nota especial para conductores: Este tratamiento fotocromático apenas se activa cuando estés conduciendo ya que dentro del coche no se activa el tratamiento. El parabrisas del coche filtra estos rayos uv. Si conduces mucho te resultará mejor comprar unas buenas gafas de sol polarizadas graduadas.

#4 ¿Te interesa poner cristales reducidos en tus gafas? Pues depende… te lo explico aquí.

Cuando hablamos de lentes o cristales reducidos no nos referimos a que reduzcan las lentes cortándolas en lonchas. Simplemente se usan materiales de diferente índice de refracción que consiguen producir la misma graduación siendo más finos.
El material con el índice de refracción más básico es el 1.5 y se utiliza para las graduaciones más bajitas. Lo que poca gente sabe es que este tipo de material no lleva incluida la protección UV (ultravioleta) al 100%.
☛ Importante: las lentes de índice de refracción superiores a 1.6 si llevan incluida la protección del UV de casi el 100%. Por lo tanto, si además de llevar la graduación correcta y tener unas lentes lo más estéticas posibles, quieres ir protegido de este tipo de radiación tan dañina para tus ojos, pide siempre lentes de índice superior a 1.6. Esta protección no es completa y por eso es necesario usar además unas gafas de sol  si estás expuesto a los rayos uv.

Resumen de materiales de lentes orgánicas

  • Índice 1.53 (sin reducir)
  • Índices 1.6 (reducción mínima y buena durabilidad)
  • Índice 1.67 (reducción media y durabilidad aceptable)
  • Índice 1.74 (reducción alta y lentes bastante delicadas)
  • Índice 1.8 (reducción muy alta pero muy delicado)
  • Lentes de Policarbonato (existen de índice 1.5 y 1.6). Son muy resistentes a impactos pero que se rayan muy fácil. Tengo un artículo publicado sobre las ventajas e inconvenientes de las lentes de Policarbonato.

Resumen de materiales de lentes minerales o de vidrio

Para lentes minerales (vidrio) también hay diferentes índices 1.52, el 1.6, el 1.7, el 1.81 y el 1.9. Aunque dependiendo del fabricante esto puede variar. Como decía al principio de este artículo no están admitidas en todos los países por el riesgo de roturas que presentan (son lentes de vidrio y pueden romper en pedacitos).

¿Para qué graduaciones es recomendable comprar lentes reducidas?

Lo más importante que debes saber, es que a mayor valor de índice de refracción, más reducidas y estéticas quedarán las lentes. Pero esto no quiere decir que siempre debas utilizar el material con índice de refracción más alto, ya que todo depende de la cantidad de dioptrías que tengas, si es miopía o hipermetropía y la montura que elijas.

Listado de materiales recomendados por graduaciones

Para que tengas una pequeña referencia te voy a decir las recomendaciones que suelo hacer yo para elegir el material más adecuado para las distintas graduaciones.
  • 1.5 y 1.53: Para graduaciones de miopía e hipermetropía de entre 0 y 3,00 dioptrías. Siempre y cuando no se utilicen en el exterior, ya que no cuentan con la protección UV al 100%.
  • 1.6: Para graduaciones comprendidas entre 3,00 y 4,50 dioptrías o graduaciones más bajas si se usan las lentes en el exterior.
  • 1.67: Para graduaciones comprendidas entre 4,50 y 7,00 dioptrías.
  • 1.74: Para graduaciones superiores a 7,00 dioptrías.
Como estamos hablando de materiales distintos, es lógico que la transparencia de la lente sea distinta entre un material y otro. Por ejemplo, el material 1.6 tiene una tonalidad residual amarillenta y sin embargo el 1.5 no tiene esa tonalidad y es bastante más transparente.

 

Sin Vista, Sin Límites: Transformando Discapacidad en Oportunidad

No hay peor cárcel que la que construimos para nosotros mismos con nuestros miedos y prejuicios.  Esta es, posiblemente, la principal lección que me ha enseñado la vida tras convivir 33 años con mi discapacidad visual severa.

Vine al mundo en 1982 con una enfermedad degenerativa llamada retinosis pigmentaria pero, como todos los niños, por aquel entonces ignoraba por completo que eso pudiera suponer algún tipo de problema o limitación para disfrutar de esta vida como uno más.
De hecho, mi madre tardó 3 años en tener un diagnóstico que explicara mi extraña fascinación por quedarme mirando a las bombillas y por darme porrazos contra los muebles de la casa.  Como para cualquier padre o madre no era una noticia fácil de asimilar pero tardó muy poco en olvidarse de lamentaciones y empezar a luchar porque su hijo tuviera las mismas oportunidades que el resto de niños y niñas.
Siempre confío en mí, siempre luchó por superar las barreras y prejuicios que desde bien pequeñito trataban de imponerme desde el exterior.
Por aquel entonces yo todavía no era consciente de los primeros “no va a poder”, “no estamos preparados en este colegio para cargar con esos problemas”, “¿Y si retrasa el avance de los otros alumnos?”…¡cuánta insensatez! Menos mal que ni ella ni yo, cuando fui más mayor y empecé a escuchar cosas similares o peores, creímos jamás en esas profecías demoledoras.
Sin ninguna duda el primer gran agradecimiento que quiero expresar en este artículo es para ella, para quien decidió apostar por mis capacidades y potencialidades y no por mis supuestas limitaciones.  Las primeras semillas de confianza acabaron por dar sus frutos en forma de actitud superadora…pero Roma no se hizo en un día.

Creer en ti cuando los demás no creen

Las cosas no son fáciles para nadie pero, sinceramente, es innegable que es todavía más complicado afrontar el día a día cuando ni el mundo ni las personas están preparados ni pensados para acoger diferentes necesidades como pueden ser las mías.
Para empezar te invito a que te pongas unos instantes en mi piel.  Consecuencia de la falta de conos y bastones en las retinas de mis ojos, experimento una deficiencia visual severa que algún día podría acabar en ceguera total.  No veo nada o casi nada de noche o en entornos poco iluminados.  Al mismo tiempo tengo “visión de túnel” (mira a través de un pequeño tubito y tendrás una sensación similar) y también tengo poca agudeza visual (suelo ver borroso, especialmente lo que está a más de dos metros de mí).
Aún a plena luz del día no puedo leer en tinta (apenas unas pocas letras a gran tamaño) y para poder utilizar el ordenador o mi Smartphone necesito programas de lectura de pantalla que se encargan de interpretar y verbalizar en voz alta los textos que otra persona puede visualizar.
Para recorrer las calles y desplazarme por la ciudad utilizo un bastón y mucha paciencia para sortear farolas, carteles, andamios y peatones despistados de todo tipo.
Desafortunadamente ni los entornos urbanos ni los digitales (páginas web, software, aplicaciones móviles, etc.) acostumbran a estar diseñados con criterios de accesibilidad y facilidad de uso para personas con discapacidad visual.  Ante ese reto sólo queda la perseverancia y el ingenio para encontrar soluciones…o rendirse y renunciar a determinadas tareas o actividades.
Rendirse”…que extraña se me hace esa palabra hoy por hoy.  Comprendo la frustración, el cansancio, la reclamación de mejoras, la valentía de pedir ayuda cuando se necesita…pero, ¿dejar de intentar algo que realmente anhelas? Decidí hace años negarme a ello pues entiendo que la vida debe ser una aspiración constante a no renunciar a nada de antemano.
Es cierto que las barreras técnicas que comentaba dificultan muchas tareas y profesiones pero, en mi opinión, se quedan muy pequeñas frente a la enormidad de las barreras psicológicas.
Lástima, dificultad, minusvalía, limitación, dependencia, problemas, discapacidad…todas son etiquetas que en ocasiones parecen tapar a la persona que hay detrás, con todas sus CAPACIDADES, ilusiones, talentos y potencial.
Esas losas en forma de prejuicio empiezan a llegar a ti cuando todavía miras a la vida con los ojos bien abiertos del niño curioso y soñador.  Profesores que no confían en que puedas aprobar su asignatura o que incluso consideran que serías una molestia para el buen funcionamiento del aula…Profesionales de Recursos Humanos que cambian el gesto de entusiasmo al leer tu currículum por el de escepticismo y decepción al ver tu bastón asomarse por la puerta de su despacho…
Cuando la gente no cree en ti es bastante sencillo acabar cuestionándote tú mismo si eres realmente valioso.  Todo parece apuntar a tus ojos y lo que en ellos falla.  Es como si una linterna se dedicara a iluminar lo que NO tienes, lo que NO puedes hacer, lo que te limita.