Todo lo que tienes que saber sobre la DMAE, la enfermedad escondida.
Todos hemos oído hablar de la DMAE en alguna ocasión. En algunos casos sabemos que es una enfermedad que deteriora la vista de las personas mayores, en otros, tenemos algún detalle más profundo sobre su afectación.
Pero lo que muchas personas desconocen es que la degeneración macular asociada a la edad supone una de las principales causas de pérdida de visión en los países desarrollados en personas mayores de 65 años, dato que refleja su auténtica importancia en la sociedad actual.
Existen distintos organismos e
iniciativas que trabajan por extender el conocimiento sobre esta
enfermedad con un único objetivo: el de facilitar los cuidados de las
personas que las padecen, tratar de concienciar a sus seres queridos más
cercanos y mejorar su calidad de vida.
Infografía paso a paso sobre la DMAE en español
La web Salud y Retina es uno de estos espacios destinados a pacientes con patologías de la retina, sus familiares y amigos y a toda esa gente, en general, interesada en la salud de la vista.
Gracias a ella por fin tenemos información de calidad sobre la DMAE y nos proporcionan esta fantástica infografía.
Una de las preocupaciones más importantes relacionadas con las primeras fases de la DMAE es reconocer sus síntomas de forma adecuada.
¿Cómo saber si padecemos DMAE?
Existe un factor muy relevante en este sentido: la visión se vuelve borrosa y las líneas rectas se perciben onduladas o torcidas.
Esta situación va degenerando y progresivamente se va creando una
mancha negra en el centro de la visión que impide ver con claridad. Éste
es el síntoma más claro de la enfermedad.
Diagnóstico precoz de la DMAE
Es esencial diagnosticar cuanto antes la
enfermedad, sobre todo en los casos en los que se trate de la forma más
grave de la misma, la DMAE exudativa, ya que en muy poco tiempo puede ocasionar un deterioro visual permanente si no se trata. La DMAE seca es más frecuente pero menos grave, ya que las células de la mácula más sensibles a la luz se van deteriorando muy lentamente.
Una dificultad añadida en el momento de
que un paciente se percate de que tiene la enfermedad es que primero
aparece en un ojo y tiempo después en el otro. Por ello, a no ser que la
persona haga la prueba de taparse el ojo sano y dirija su vista a
líneas rectas como pueden ser una pared, una puerta… será difícil
diagnosticar la DMAE. Es un pequeño truco que recomiendan los oftalmólogos.
La enfermedad escondida
En este contexto, es muy normal que existan enfermos de DMAE no diagnosticados. Las cifras hablan por sí solas: existen unas 300.000 personas con esta enfermedad sólo en España, aunque solo se tenga conocimiento de 130.000 que están diagnosticadas.
Y en España cada año se registran 15.000
nuevos casos de DMAE. Además, los datos revelan que en el año 2050
seremos unos 8.900 millones de personas el mundo con una esperanza media
de vida de 74,3 años, y unos datos absolutos de unos 46,9 millones de
enfermos de DMAE1.
Está en nuestras manos y en nuestra
atención temprana el percatarnos cuanto antes de los posibles pacientes,
con el objetivo de tratar la enfermedad lo antes posible y mitigar sus
consecuencias. Pero, ¿en qué sectores es necesario focalizar nuestra
atención?
Como en todas las enfermedades, existen unos factores de riesgo que nos permiten esbozar un perfil particular que tiene una tendencia mayor a desarrollar la DMAE exudativa. Las características más relevantes son las siguientes:
- Afecta en mayor medida a personas mayores de 65 años, pero su aparición aumenta de manera exponencial a partir de los 70 años.
- La genética es un factor indispensable en el desarrollo de la enfermedad. Es importante la revisión personalizada en familiares cercanos a pacientes de DMAE.
- Algunos malos hábitos como el tabaquismo, el consumo de grasas artificiales o comida rápida y la obesidad potencian su aparición.
- La DMAE es más frecuente en mujeres y en personas de raza blanca.
- La exposición a algunos tipos de luz ultravioleta favorece el desarrollo de la enfermedad.